Aprender a distraerse mientras se come

Cómo dejar de pastar

El mindful eating pone la conciencia en el menú, cuando y donde sea que comamos. Además de hacernos conscientes de lo que comemos, pretende transformar nuestra relación con la comida centrándose en el cómo y el porqué de la misma, fomentando un punto de vista más holístico. En última instancia, esto significa que tenemos más posibilidades de entender qué alimentos nos nutren y qué alimentos nos ayudan a mantenernos sanos, al tiempo que se fomenta una apreciación más profunda de cada comida, cada bocado y cada ingrediente.

Inicie su prueba gratuitaEmpuje los sentidos ¿Cuándo fue la última vez que prestó verdadera atención a lo que comía, cuando realmente saboreó la experiencia de la comida? A menudo, comemos con el piloto automático, masticando una comida mientras nuestra atención está en la televisión o en la pantalla de nuestros dispositivos o en un libro o en una ensoñación.

El mindfulness nos invita a eliminar esas distracciones y a sentarnos sin interrupción con nuestra comida y nuestros compañeros. Al hacerlo, empezamos a tomarnos nuestro tiempo durante la comida. Al comer más despacio, saboreamos los sabores, los aromas y las texturas. Reconectamos con nuestros sentidos.

Comer emocionalmente

A veces, los antojos de comida más fuertes aparecen cuando uno se encuentra en su punto más débil emocionalmente. Puede recurrir a la comida para consolarse -consciente o inconscientemente- cuando se enfrenta a un problema difícil, se siente estresado o incluso se siente aburrido.

La alimentación emocional puede sabotear sus esfuerzos por perder peso. A menudo nos lleva a comer demasiado, sobre todo alimentos ricos en calorías, dulces y grasas. La buena noticia es que, si es propenso a comer por motivos emocionales, puede tomar medidas para recuperar el control de sus hábitos alimentarios y volver a alcanzar sus objetivos de pérdida de peso.

La alimentación emocional es una forma de suprimir o calmar las emociones negativas, como el estrés, la ira, el miedo, el aburrimiento, la tristeza y la soledad. Los acontecimientos importantes de la vida o, más comúnmente, los problemas de la vida diaria pueden desencadenar emociones negativas que conducen a la alimentación emocional y a la interrupción de los esfuerzos para perder peso. Estos desencadenantes pueden ser:

La comida también sirve de distracción. Por ejemplo, si está preocupado por un acontecimiento próximo o por un conflicto, puede centrarse en comer alimentos reconfortantes en lugar de enfrentarse a la situación dolorosa.

Mindful eating deutsch

Si te preocupa tu peso, prestar más atención a lo que comes, y no menos, podría ayudarte a no comer en exceso. Las multitareas -como comer mientras se ve la televisión o se trabaja- y las comidas distraídas o apresuradas pueden incitar a comer más. Ralentizar y saborear la comida puede ayudarle a controlar su ingesta.

Esta es la conclusión de un informe publicado en el número de abril de la revista American Journal of Clinical Nutrition. Un equipo de la Universidad de Birmingham, en el Reino Unido, buscó en la literatura médica los estudios que han analizado cómo la atención y la memoria afectan a la ingesta de alimentos. Todos estos estudios contaban con al menos dos grupos, por ejemplo, un grupo que comía una determinada comida mientras veía la televisión y otro que comía la misma comida sin televisión.

Estos resultados tienen mucho sentido. El hambre no es lo único que influye en la cantidad que comemos durante el día. La atención y la memoria también desempeñan un papel. Por ejemplo, después de empezar a comer, el cerebro tarda unos 20 minutos en empezar a enviar señales de “estoy lleno” o “ya no tengo hambre” que desactivan el apetito. Si tienes prisa o no prestas atención, es fácil que ingieras muchas más calorías de las que necesitas en 20 minutos.

Aplicación de alimentación consciente

Cuando se trata de comer, muchos de nosotros hemos desarrollado hábitos. Algunos son buenos (“siempre como fruta como postre”), y otros no tanto (“siempre tomo una bebida azucarada después del trabajo como recompensa”).    Aunque lleves años con el mismo patrón alimentario, no es demasiado tarde para mejorar.

Hacer cambios repentinos y radicales, como no comer más que sopa de col, puede llevar a una pérdida de peso a corto plazo. Sin embargo, estos cambios radicales no son ni saludables ni una buena idea y no tendrán éxito a largo plazo. Mejorar de forma permanente tus hábitos alimentarios requiere un enfoque reflexivo en el que reflexiones, sustituyas y refuerces.

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad